Te contamos qué son los filtros solares y qué tipos existen. Seguro que has oído hablar muchísimas veces y año tras año sobre el cosmético estrella del momento. Hemos pasado por la Vitamina C, el Ácido Hialurónico, el Retinol, el Retinal, el DMAE, los AHA, la Niacinamida…
Cada día, semana, mes o año según “x” personas un cosmético u otro es el mejor del momento. Pero hoy, antes que nada, queríamos aclarar cual es realmente el producto de dermocosmética más influyente e importante de todos los tiempos. No sabemos en cual estarás pensando porque no leemos la mente (ojalá pudieramos), pero te lo vamos a decir ya… Es la crema solar o protector solar, como prefieras llamarlo. Sin la crema solar ninguno de los productos que nos pongamos durante nuestra rutina de día o de noche, ni los tratamientos que nos hagamos servirán de nada. Te lo vamos a explicar mejor con un ejemplo: Si normalmente utilizas una rutina “completa” en la que lavas tu cara, utilizas tónico, loción, sérum antioxidante, crema antimanchas/antiacné (la que tu quieras) y después no utilizas protector solar, todas esas radiaciones y daños que ejerce el sol sobre nuestra piel van a incidir de manera directa provocando en tu piel algunos daños como:
- Hiperpigmentación / Manchas.
- Irritación.
- Rojez.
- Quemaduras.
- Alteración de la función barrera.
- Envejecimiento prematuro de la piel: arrugas, líneas de expresión…
- Daños en el ADN.
Y todo esto como poco. Pueden hacer cosas peores en nuestra piel como los diferentes grados de quemaduras (primero, segundo o tercero) o incluso llegar al melanoma. Seguro que nada de esto es lo que queremos ni para nuestra piel ni para nuestro organismo ¿verdad? Pues la solución es bien simple, sencilla y solo requiere de un poco de constancia todos los días. Aplicarte diariamente tu protector solar tras tu rutina de dermo diaria e ir aplicándolo cada dos horas con algún formato cómodo como la bruma, los sticks o brochas, puede hacer que tu piel luzca perfecta por muchísimos más años y sin ningún tipo de problema cutáneo.
Ahora, ¿qué protector solar deberás utilizar? Es más que normal que entre tantos que existen en el mercado tengas un lío descomunal en la cabeza y es que no es para menos, nosotros también lo teníamos hasta que aprendimos a diferenciarlos según:
- Textura / Forma: crema, emulsión, gel, water-gel, spray, bruma, compacto…
- Tono: sin color, con color (light, medium, dark, bronze…).
- Factor de protección: SPF 15, SPF 30, SPF 50, SPF 100.
- Según su acción: antimanchas, antiacné, para pieles sensibles, pieles con rosácea…
- Tipo de filtro: Mineral / físico o químico.
En el blog de hoy vamos a centrarnos en el tipo de filtro que es un punto muy interesante y que debemos tener en cuenta a la hora de elegir un buen protector solar o crema solar.
¿Qué son exactamente los filtros solares? Según el Instituto Nacional del Cáncer, los filtros solares son sustancias que ayudan a proteger la piel de las radiaciones que produce el sol. Los filtros solares reflejan, absorben y esparcen tanto los rayos ultravioleta A como los B para proteger contra ambos tipos de radiación, además ayudan a proteger nuestra piel del envejecimiento prematuro y el daño solar que puede conducir al cáncer de piel.
Ahora bien… ¿Qué tipos existen? Como hemos mencionado antes, existen los filtros solares denominados minerales o físicos y los químicos. Las cremas solares que contienen filtros solares físicos o minerales suelen ser las más indicadas para pieles sensibles, pieles atópicas y para niños desde los 6 meses a los 12 años.
Este tipo de filtros compuestos por óxido de zinc y/o dióxido de titanio son seguros tanto para el medio ambiente como para nuestra piel. Los filtros solares minerales se diferencian de los químicos por dejar residuo blanco y por su dificultad por extenderlo a lo largo de la piel, además, actúa protegiendo nuestra piel desde el exterior, es decir, los filtros no son absorbidos por nuestra piel si no que hacen una película externa.
En el caso de los filtros solares químicos son absorbidos por nuestra piel para protegerla desde un nivel un poco más internos que los físicos o minerales. Este tipo de filtros absorben la radiación solar y la transforman en calor haciendo que sea inofensiva para nuestra piel y protegiéndonos.
Un punto muy a favor para ellos es que no manchan la ropa y se extienden a la perfección por toda nuestra piel. Independientemente de los gustos que tenga cada uno y sus peculiaridades a nivel epidérmico, ambos filtros solares cumplen correctamente su función, proteger nuestra piel de los daños nocivos de la radiación solar. ¿Tienes protector solar favorito?¿Sabes si es químico o físico?
